Santiago y cierra, España

"Sancho Panza: Querría que vuesa merced me dijese qué es la causa por que dicen los españoles cuando quieren dar alguna batalla, invocando aquel san Diego Matamoros, Santiago, y cierra España. ¿Está por ventura España abierta, y de modo que es menester cerrarla?. 

El Caballero le contestó: Simplicísimo eres, Sancho."

Es el 16 de julio del año 1212 en las Navas de Tolosa (actual provincia de Jaén).

Los ejércitos castellano, navarro, aragonés y portugués, reforzados con dotaciones de caballeros templarios, hospitalarios, de las órdenes de Calatrava y Santiago, se enfrentan a las tropas almohades de Muhammad An-Nasir, conocido por los cristianos como Miramamolín, que superan ampliamente a las dotaciones cristianas. 

Comienza “la Batalla”, como sería llamada durante años después en las crónicas de los vencedores. Los musulmanes simulan una retirada inicial para, acto seguido, emprender un cruento y salvaje contraataque. Esto atemoriza a los cristianos, que huyen en importante número, impotentes ante la carga árabe. 

Alfonso VIII, rey de Castilla observa la escena y decidido va a hacer algo a lo que rápidamente se sumarán sus caballeros con sus soldados y Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón con los suyos: arremeter, cargar, lanzarse a por los moros, equilibrando la balanza y permitiendo a las huestes cristianas luchar con mayor igualdad.

En este escenario para ser que es la primera vez que se utilizó la frase "Santiago y cierra, España" que probablemente pronunció Alfonso VIII como un mandato militar para dar orden a sus tropas de contraatacar.

Según la trigésimo segunda acepción de la DRAE del verbo “cerrar”, éste puede significar “trabar batalla, embestir, acometer” que era un significado mucho mas en uso en la terminología militar de le época medieval.

Después de invocar al apostol Santiago se decía "¡ataca, España!".

La correcta formulación de la arenga es “¡Santiago y cierra, España!” poniendo coma tras “cierra” y antes de “España”. El rey ordena, pide, exhorta a España que cierre, que embista, que ataque.

A partir de entonces !Santiago y cierra, España! se convirtió en el grito de guerra pronunciado por las tropas españolas de la Reconquista, del Imperio y de la época moderna antes de cada carga ofensiva.