Las surrealistas minas de sal de Polonia


Construidas en el siglo XIII en medio de la belleza y el romanticismo Medieval existen en el sur de Polonia dos minas de sal que dejan atónito a cualquier visitante. Ciertamente, y con toda justicia, podemos afirmar que las minas de Wieliczka y Bochnia son únicas e irrepetibles en su tipo. No obstante, ustedes se preguntarán qué puede haber de espectacular en una mina de sal. La respuesta es simple: cientos de estatuas, altares y construcciones talladas a lo largo de los siglos en la sal misma. Desde santos hasta familiares de los mineros e incluso un monasterio son el legado de infinidad de trabajadores que queriendo embellecer su entorno plagaron las paredes con bellas obras de arte. Aunque uno de los mayores impulsos fue la sana competencia entre ambas instalaciones ya que su cercanía, de solo 20 kilómetros, siempre ha significado una gran rivalidad artística.
De las dos minas Bochnia tiene 4,5 Km de extensión por 468 metros de profundidad divididos en 16 niveles, encontrándose en los niveles inferiores el “pueblo subterráneo”. Desafortunadamente durante la ocupación comunista de Polonia los invasores destruyeron varias estatuas de la mina, algunas de más de 500 años de antigüedad, practicando puntería. Wieliczka, que ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, posee una profundidad de 327 metros y una asombrosa extensión de 300 Km! . Aún se encuentra en funcionamiento y es la que mayor cantidad de piezas artísticas conserva. Además de las esculturas y altares de sal podemos encontrar dedicatorias y firmas dejados en las paredes por personajes históricos como Humboldt, Copérnico, Goethe, etc y contemporáneos como Juan Pablo II, Bill Clinton...



 

 


3 comentarios:

  1. No salgo de mi asombro...

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  2. Si, la verdad es que es curioso y espectacular.
    Gracias por el comentario.

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  3. Toni A. Martínez27 de abril de 2013, 4:55

    Yo las visité, son impresionantes! En Cracovia hay dos visitas obligadas: el campo de concentración de Auschwitz y las minas de sal. El recorrido tarda varias horas y aún así no debe ser ni la cuarta parte del tamaño real de la mina. Una auténtica pasada. Recomiendo al autor del Blog otras minas que me encantaron: las minas de sal de Slanic en Rumanía, que no son tan de "recorrer túneles" como esta, sino que son inmensas bóvedas subterráneas. Qué ilusión me ha hecho ver esta entrada y recordar las minas!!!

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