Triángulo equidlátere: La Reina de Saba

Siempre que se habla de la Reina de Saba dudamos entre si fue realidad o fue ficción, quizá una realidad que debido al paso del tiempo añadiendo detalles, historias, relatos, mitos, se ha convertido en leyenda.

No está claro donde estaba el Reino de Saba, tradicionalmente se ubica a lo largo del mar Rojo ocupando la mayor parte del actual estado de Yemen y territorios costeros del cuerno de África.

Sobre la Reina de Saba, historicamente nos situamos en el siglo X A.C. que es cuando se produce el encuentro con el Rey de Israel Salomón.

Vamos a ver que nos dice el libro I de Los Reyes en el capítulo 10, versículos 1-10 de la Biblia sobre tal encuentro:

"Llegó a la reina de Saba la fama que para glora de Yahvé tenía Salomón, y vino para probarle con enigmas. Llegó a Jerusalem con muy numeroso séquito y con camellos cargados de aromas, de oro en gran cantidad y de piedras preciosas. Vino a Salomón y le propuso cuanto quiso proponerle; y a todas sus preguntas respondía Salomón, sin que hubiera nada que el Rey no pudiera explicarle. La reina de Saba al ver la sabiduría de Salomón, la casa que había edificado, los manjares de su mesa y las habitaciones de sus servidores y los vestidos que vestían, los de los coperos y los holocaustos que se ofrecían en al casa de Yavhé, fuera de si, dijo al rey: "verdad es que cuanto en mi tierra me dijeron de tus cosas y de su sabiduría. Yo no lo creía antes de venir y haberlo visto con mis propios ojos. Pero cuanto me dijeron no es ni la mitad. Tienes mas sabiduría y prosperidad que la fama que a mi me había llegado. Dichosas tus gentes, dichosos tus servidores, que están siempre ante ti y oyen tu sabiduría. Bendito Yahvé, tu Dios que te ha hecho la gracia de ponerte sobre el trono de Israel. Por el amor que Yahvé tiene siempre a Israel, te ha hecho su Rey para que hagas derecho y justicia". Dio al Rey ciento veinte talentos de oro, una gran cantidad de aromas y de priedras preciosas. No se vieron nunca después tantos aromas como los que la reina de Saba dio al rey Salomón".

Parece que la Reina de Saba acudió a Jerusalém tras preparar una fastuosa expedición, atravesando montañas, valles, mares y desiertos hasta llegar a Oriente Medio.

La finalidad del viaje parece que era el de cerrar un tratado comercial con el rey Salomón ya que veía sus intereses comerciales mermados debido a que Israel en su mayor apogéo surcaba con sus naves los mares y comunicaba los territorios mediterráneos poniendo en peligro las rutas caravaneras que hasta entonces efectuaban las rutas comerciales entre los pueblos y continentes por tierra.

También parece que la Reina de Saba acudió donde Salomón debido a qué había oído de su gran sabiduría y quedó mas que satisfecha ya que el rey respondió a todas las cuenstiones que le planteó.

En la tradición etíope, a la Reina de Saba se le llama Makeda y se dice que del encuentro con Salomón a los nueve meses nació Menelik, que fue el fundador de la dinastía abisinia.

Tras Menelik hasta nuestro días, se dice que todos los reyes etíopes son descendientes de esta dinastía salomónida.

Existe el mito de que Menelik hizo un viaje a Jerusalem para conocer a su padre y a la vuelta se llevó, parece

que robada, el Arca de la Alianza a Etiopía donde desde entonces reposa en un templo construído por Menelik en Axum.

Este mito ha dado lugar a numerosas historias y leyendas en torno a la ubicación del Arca de la Alianza.

En la tradición árabe-islamita, pero no aparece en el Corán, a al reina se le llama Balkis.

A Salomón, en el libro de "Las mil y una noches" se le conoce con el nombre de "Soleimán" hijo de "Daud" y se le considera el Señor de los Ifrit (genios).

Se cuenta un mito y es que se le había dicho a Salómon que la reina tenía pies de cabra y para comprobarlo lo que hizo fue cubrir el suelo de su salón con espejos y así pudo comprobar que el dicho no era cierto.