Tribus perdidas

Afortunadamente el avance tecnológico ha traído maravillas tales como las telecomunicaciones y los aviones. Desafortunadamente, esas mismas maravillas han “achicado” el mundo de tal manera, que lo que antes era una prolongada travesía encomiable y peligrosa hoy se reduce a simplemente ir hacia un aeropuerto y comprar un pasaje de avión. Esto llevó a que miles de culturas nativas, antes intactas y ajenas del mundo externo, desaparecieran, se diluyeran en un maremoto de visitantes, investigadores y extranjeros curiosos. De hecho, de las 6 mil lenguas encontradas hoy en la Tierra, se calcula que la mitad desaparecerá en menos de 50 años. Transición o asimilación que en algunos casos resultó ser muy violenta, ya hablamos de la desaparición del Nu Shu y cientos de culturas locales en China con la llegada del comunismo, y ni mencionar la conquista de América.

De todas maneras, existe aun un puñado de tribus que, gracias a la protección natural que otorgan junglas de dificilísimo acceso o islas perdidas entre las mareas, han logrado permanecer relativamente intactas de la influencia externa.


La gente de los árboles


De las llamadas tribus de escaladores, es quizás la de los kolufos -o korowai- en Papua la más asombrosa, ya que sus casas están construidas enteramente a varios metros de altura.



La misma es una de las pocas tribus en el planeta Tierra que aun, aunque de manera ritual, practica el canibalismo. De hecho, pude enterarme de la existencia de los mismos gracias a la revista del Smithsonian, en el cual un reportero relata su asombrosa experiencia tras convivir con los mismos durante varios días -aunque cabe aclarar que varios investigadores han puesto en duda la práctica y aseguran que su fama se debe más a publicidad local en busca de turistas que a canibalismo verdadero.





Sin embargo, no es su supuesto canibalismo lo que me ha llamado la atención, sino su arquitectura. Largas y complejas chozas construidas no sobre tierra, sino sobre largos y “flacos” árboles que, en su conjunto, elevan la caza de los peligros de tierra y de las invasiones rivales. Una ingeniería y trabajo de grupo ciertamente asombroso.

 
La tribu aislada de todo contacto durante 60 mil años
En la isla Sentinel de Norte existe la tribu denominada por la National Geographic como el pueblo más xenófobo del mundo. Completamente aislados del resto de la humanidad rechazan cualquier visita externa con flechas y lanzas, incluso, si el visitante viene con aparentes obsequios para la tribu. De hecho, son famosos por matar a cualquier pescador o navegante que inadvertidamente ancle en sus costas.
Este rechazo por lo externo ha llevado a que exista poco material de estudio sobre su cultura, incluso la cantidad de fotografías de los mismos es muy limitada. Hoy en día sólo existe una filmación de calidad de los mismos, tomada en 1990 por una expedición hindú. Este video ha ganado varios premios internacionales dada su importancia antropológica.



Esto a su vez hizo que su cultura permanezca intacta y, a diferencia de las otras tribus de la región, cuyos idiomas se extinguieron al adoptar como lengua de facto el hindi, el lenguaje sentinelés aun sea utilizado exclusivamente por sus habitantes. Lenguaje del que poco se conoce dado su aislamiento.


La tribu sin tiempo

La tribu pirahã, hallada en el norte de Brasil, es, entre otras cosas, famosa por haber dejado obsoleta la teoría de “gramática universal” del lingüista Noam Chomsky. Su lengua no posee definición del tiempo presente, nombres para los colores o números, y además, con respecto a la “gramática universal”, no cuenta con ningún tipo de recursión -la inserción de una frase dentro de otra del mismo tipo-. Así como tampoco parecen poseer términos cuantificadores (”poco”, “mucho”, etc), o practicar algún tipo de arte o dibujo.

La misma es también una tribu asilada, muchas veces violenta al extranjero y con la cual solo se puede dialogar tras haber efectuado un laborioso y complejo acercamiento mediante a obsequios y rituales.



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