Resultan especialmente impresionantes los primeros minutos del vídeo, cuando «toca tierra» a cámara lenta. En realidad dicen que se vería así porque aunque el meteorito viaja a 70.000 kilómetros por hora, es tan grande, parecería «extrañamente lento» al colisionar (y algo de efecto tiempo-bala también habría, digo yo, porque «momento de peligro de muerte» ciertamente es). Tras la colisión, el planeta queda completamente arrasado: la corteza terrestre se resquebraja y levanta hasta 10 kilómetros de profundidad, el impacto sumerge todas las islas de Japón debido a que cae por allí cerca, la explosión expulsa roca hasta 1.000 kilómetros de altura y el cráter creado alcanza los 7.000 metros de profundidad. Finalmente, vientos de 300 metros por segundo calientan la tierra hastas los 4.000 grados centígrados, haciendo que hasta la cumbre del Everest se derrita. Cuando todo termina, los mares del planeta se han evaporado y desaparecido, hasta una profundidad de 4.000 metros.
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